Hoy en día cada día son más frecuentes las tribus urbanas,
cada vez aparecen más grupos y más numerosos. De entre todas las tribus que conforman la
sociedad actual, está la llamada tribu poligonera, compuesta por los canis
(término masculino) y las chonis (termino femenino). Son una tribu urbana
surgida en las zonas de extrarradio, relativamente nueva y que no sólo marca un
estilo de moda sino un modelo de vida.
Los chonis y las canis surgieron en España a finales de los
90 del siglo XX sobre todo en Andalucía y en Madrid, poco a poco expandiendo su
estética y cultura por todo el país en muy poco tiempo.
El nombre de su tribu (poligoneros) ya nos da una pista de qué
son. Se podría decir que su principal afición es hacer botellón en los polígonos
con coches tuneados y unos altavoces más grandes que el maletero, mientras el
alcohol y las drogas son los principales invitados.
Pero no solo es eso ser cani o choni, conlleva todo un
entramado cultural, musical y hasta social. Lo más marcado es su estética,
donde se diferencian así:
Ellos suelen ir ataviados con abalorios dorados, cadenas de
oro, grandes anillos, zapatillas deportivas de marca y chándals, camisetas (a poder ser sin mangas) y todo muy, muy llamativo. Igual con sus
peinados: o rapados, o rapados pero con cresta, o sin cresta pero rapados por
los lados.
Ellas son incluso más llamativas: grandes pendientes (si son de aro mejor que mejor), pequeños
'shorts', pantalones muy cortos, minifaldas, escotes, 'tops' minúsculos... Sus
peinados, preferiblemente con larga melena. Su maquillaje dista mucho de la
sencillez y suelen cargarse mucho de llamativos colores en los ojos.
Una de las
aficiones que tienen tanto unos como otros es la de agujerearse el cuerpo,
aunque sobre todo la cara, y tatuarse cosas como seres mitológicos, tribales
por todo el cuerpo, los nombres de sus novias o sus madres en el caso de los
canis y en el de las chonis, tribales en la parte inferior de la espalda.
Apartado de
su apariencia física está su gusto por la música electrónica, el reggaeton y el flamenco. Acompañando a esto, sus bailes
como “JumpStyle” o el “hardcore” basados en saltos y movimientos de piernas y
brazos muy rápidos al ritmo de una música acelerada.
Esta tribu, tanto de género masculino como femenino,
acostumbran a ser los denominados ‘nini’, ni estudian ni trabajan. Es por esto
su incultura y su lenguaje. Utilizan palabras como “nano, pelele, surmano…” y
para llamarse entre ellos utilizan antes de sus nombres, acortándolos, “la”
o “le” (la Jenny, el Jaco). En su expresión escrita se distinguen por el uso
excesivo de haches intercaladas y por la repetición constante de mayúsculas y
minúsculas sin sentido alguno.
Ligado a esta estética está el programa de Telecinco llamado
Mujeres Hombres y Viceversa. Este programa consiste en que varias personas van
a conquistar a dos que están en el trono los cuales se pasan allí con la excusa
de “ir buscando el amor”. La mayoría de ellos son canis y chonis, y este
programa es el reflejo de su incultura. El icono más importante de este
programa es Rafa Mora, el primer tronista. Hoy en día, es el icono y héroe de
muchísimos jóvenes españoles. Son pocos los que se han atrevido a hacer una
crítica sobre él y sobre el programa. Este es el caso del rapero Subze.
Pero tristemente, después de haberlo criticado todo, Rafa
Mora y su dinero lo compraron , a él y a su música.
“Si la Real Academia Española tuviera que definir la palabra
'poligonero' los académicos se enzarzarían en un debate sin fin. Posiblemente,
acabarían de fiesta para comprobarlo. Y, seguramente, dentro de algunos años,
esta acepción se incluya en el diccionario por el que nos guiamos los
españoles.”
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