miércoles, 19 de noviembre de 2014

GRAFFITI

La gente piensa que el movimiento del graffiti empezó en la década de los 60 en Estados Unidos de la mano de un neoyorquino “TAKI 183”, pero no es correcto. El primer graffitero se remonta a la época de la monarquía en Austria, Josef Keyselak el cual aceptó la apuesta de dejar su firma en cada estación en el periodo de tres años. Pero Keyselak llegó más allá estampando su firma en lugares visibles como castillos, obeliscos, piedras, puentes e incluso en los edificios recién abiertos al público. Esto le propició una gran fama en el territorio de la corona austriaca. Llegó incluso, aprovechando su condición de experto montañero, a estampar su firma en las cimas más altas donde solo los más expertos escaladores podían llegar. Hay que decir que algunas de sus firmas han conseguido sobrevivir a más de 180 años al paso del tiempo. 


A finales de los sesenta en New York los adolescentes de la ciudad empezaros a estampar su firma en las paredes de sus barrios, pero en vez de usar sus nombres usaban pseudónimos, creándose así una identidad propia en su barrio. El ejemplo más significativo y conocido es el antes nombrado es TAKI 183. Este pseudónimo viene del diminutivo de su nombre, Taki, y el número de la calle donde vivía, 183. Eran un chico de 17 años de origen griego, trabajaba como mensajero y viajaba constantemente en el metro de la ciudad donde estampaba su firma (coloquialmente llamada tag) en todos los lados, dentro y fuera del vagón. Tuvo muchas críticas por su comportamiento y por ensuciar la ciudad, pero él respondía diciendo que él trabajaba, pagaba sus impuestos y que no hacía daño a nadie, sólo era un motivo de diversión. Muchos jóvenes lo idolatraban y empezaron a imitarle. 


Esos fueron los principios del fenómeno del graffiti, un fenómeno que se ha expandido hasta hoy en día sin ningún tipo de intención de pararlo. Empezaron siendo simples firmas con nombres, pero han evolucionado mucho, desde el graffiti más abstracto, al más figurativo.
Estos se suelen encontrar en vagones, debajo de puentes, edificios abandonados, paredes de barrios humildes… Un sitio significativo donde podemos encontrar muchos y variados es el Muro de Berlín. A lo largo del muro, se pueden ver cientos de graffitis de artistas de todo el mundo, que trataron de informar y recoger mediante sus obras el cambio que se produjo tras la caída del Muro de Berlín. Mediante sus obras, quieren expresar la sensación de euforia y la esperanza de un futuro nuevo, libre. 





Hoy en día, hay un movimiento de moda ligado al fenómeno de los graffitis, denominado Movimiento de Acción Poética. Comenzó en Monterrey, México en 1996 de la mano del poeta mexicano Armando Alanis Pulido. Consiste principalmente en crear murales literarios, pintar en las paredes fragmentos de poesía. Este movimientos ha traspasado fronteras y se pueden leer murales por todas partes del mundo. Los temas normalmente suelen ser de amor o frases optimistas. 


Aunque los temas principales son los nombrados, también hay algunos murales que hacen alusión a la situación actual. No es el único movimiento que incluye este tipo de temas en sus graffitis, ejemplo de ello es Bansky, un artista callejero británico nacido en Liverpool en 1974. Las obras de este artista son piezas satíricas sobre política, cultura pop, moralidad y etnias. Al contrario que el movimiento de Acción poética, Bansky en vez de escribir lo que piensa decide ilustrarlo figurativamente. 



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